Esta es una carta que llegó a este mail hace algunos días, como el mismo decía, no tiene un autor identificado, así que al que quiera que haya sido lo felicitamos y concordamos con él. Al pie de la carta, también añadimos una razón más por la que estamos hartos de escuchar al paraguayo, pero ojo, al criticarle al "paraguayo", escuchémonos a nosotros mismos y no cometamos los mismos errores.
Paraguayo:
Hoy quiero decirte que estoy podrido de escuchar tus mismas quejas y lloriqueos desde hace doscientos años: que si los españoles nos conquistaron, que si la triple alianza nos quebró, que si los gringos nos invadieron, que si Alfredo Stroessner fue un dictador y Juan Carlos Wasmosy un ladrón.
Quiero decirte que estoy harto de tus inútiles manifestaciones donde no logras nada y solo perjudicas a los demás, que estoy cansado de que siempre queres vivir del Gobierno y que éste te mantenga, te baje precios, te dé luz, agua y tierra, todo lo quieres en la boca. Ah , pero eso sí, te fascina colgarte de la luz con tu "ganchito" para no pagarla, disfrutas robarte el cable a tu vecino, darle coimas a los policías y te encanta evadir impuestos.
Estoy agobiado de tu frasecita “la tierra es de quien la trabaja” ¿Para qué? De todas formas acabas emigrando al otro lado del oceano donde la tierra no es de quien la trabaja. Allá la tierra le pertenece a quien tiene el capital para trabajarla, pero eso es algo que vos, en tu ignorancia nunca vas a entender.
Gente como los judíos y los coreanos que vienen igual de jodidos que vos se ponen a trabajar juntos, no pisándose unos a otros, vienen a hacer negocios, no a humillarse ellos mismos haciendo el trabajo sucio que tú no quisieras hacer. Decis que los paraguayos somos machos porque les hacemos el trabajo pesado a los gringos, españoles, argentinos, y que ellos son haraganes... yo creo más bien que son muy inteligentes. ¿¿Cuántos paraguayos han llegado a ser empresarios en Estados Unidos, España y otros paises?? Muuuuy pocos, solo aquellos que superan todos los obstaculos, se preparan y se esfuerzan al maximo... ¿¿Por qué la gente de otros países tiene fama de comerciantes, de empresarios o hasta de usureros?? ¿¿Y nosotros?? tenemos fama de carpinteros, plomeros y jardineros. ¿¿Te valoras tan poco que no crees ser capaz de tener un empleo de otro nivel?? Los árabes y asiáticos llegan a este país muchas veces igual que tú, sin hablar el idioma ni conocer a nadie y terminan por lo menos siendo dueños de sus propios negocios.
Estoy reventado de que te sientas orgulloso de tu ITAIPU creyendo que la energia es tuya si la electricidad la traes del extranjero. Estoy realmente cansado de ver como te haces la victima para todo y entre mas jodido estés, en vez de pelear para salir del hoyo mas te haces la víctima y el ofendido.
Otra cosita, ¿En serio crees que la situación y futuro del país esta en manos de quien lo gobierne? me tenes podrido con eso!!, por eso no avanzamos porque PARAGUAY SOS VOS, no el gobierno!!!
Ni los incompetentes liberales, ni los mentirosos oviedistas, ni los ladrones colorados, harán que tu vida sea mejor, ninguno de estos políticos será un buen gobierno para nuestro país, quienes mejor pueden sacarlo adelante son ustedes raza, ciudadanos normales pero con los pantalones suficientes para pelear por los sueños del pueblo paraguayo.
Me da lastima verte decir que la riqueza en Paraguay no se distribuye bien, La riqueza no se distribuye, imbecil!!, se gana con trabajo e inteligencia ¿o que, acaso no puedes?
Trabaja con entusiasmo, deja de hacer las cosas a medias... pero sobre todo ESTUDIA. LEE!! no te quedes con el contenido digerido que te dan en la televisión, investiga.. Los chinos van para arriba como potencia no porque sean muchos, sino porque ESTUDIAN, 8 de cada 10 profesionistas son ingenieros que desarrollarán tecnología. Los japoneses no tienen petróleo ni recursos naturales más que cultivos de arroz, cerezas y mucho mar pero están años más avanzados que nosotros porque importan materias primas que transforman en teléfonos celulares, autos, computadoras, etc. Porque a pesar de estar geográficamente en medio de la nada están sumamente preparados!
"Cada pueblo tiene el gobierno que se merece". Piénsalo pero no dos veces, que no es tan difícil, gente ineficiente hace gobiernos ineficientes, no al revés.
Empieza a cambiar Paraguay hoy, apaga tu telenovela o el mediocre fútbol y lee un libro... o te da "kaigue"?? entonces no te quejes...
Ayuda a quien tengas al lado en lugar de meterle el pie en el camino, fíjate primero en tus propios actos antes que en los de los demás.
Atentamente,
El león de tu Bandera
Los redactores de este blog, estamos hartos también de que cada ves que vos "paraguayo", o más específicamente, "paraguaya", te lamentes por la pobreza, heches en cara la cantidad de hijos que tenés y que no podés mantener porque no se te ocurrió que existe el condón, la pastilla anticonceptiva, el DIU, la ligadura de trompa o la vasectomía. ¿O acaso todavía no entra en tu cabeza llena de ignorancia que existe algo llamado planificación familiar y que si tenés muchos hijos es TU responsabilidad y de nadie más?
Una vez más, felicidades al que escribió la carta.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Carta al Paraguayo
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Nuevo Himno, nuevo comienzo
Mucha publicidad nos llega de un tiempo a esta parte sobre los festejos del Bicentenario de la Independencia de nuestro país. Aprovechando una fecha tan importante como esta, que marca la autonomía de Paraguay con respecto al yugo español, sería interesante sacarle el polvo a un asunto que a muchos incomoda pero pocos mencionan: nuestro Himno Nacional.
Este símbolo patrio fue escrito, tanto en letra como en música, por extranjeros. Dicho de otra forma, el Himno Nacional “Paraguayo” tiene como autores un “uruguayo” y un “húngaro”, Francisco Acuña de Figueroa y Francisco José Debalí, respectivamente, que nada tenían que ver con las luchas y la idiosincrasia de nuestro pueblo. Aunque habría que aclarar que sobre el autor de la música no se tiene certeza, y la reconstrucción correspondió a Remberto Giménez.
Habla de una dictadura monárquica muy distante, no solo en cuanto a años se refiere, sino también lejana en el sentir de los paraguayos que, si bien la liberación de ella marca el inicio de esta patria, hay una dictadura más reciente a cuya caída está más ligada la población actual, y de la que muchos afirman todavía no se produce una escisión completa.
Por otro lado, es un símbolo que en lugar de patriotismo y fervor, inspira tedio. Con una letra que pocos entienden, por el característico hipérbaton, y una melodía más bien cansina promotora de uno u otro bostezo. Y no frunzan el ceño al leer esto, estoy segura de que en más de una ocasión rezongaron internamente por el pleito de tener que entonar esta música oficial.
Es un Himno que no se constituye en el grito del pueblo en acontecimientos donde la garra guaraní tendría que estar presente para reivindicar la nación paraguaya. ¿Qué escuchamos usualmente en manifestaciones populares? Les refresco la memoria: Patria querida, porque como su nombre lo dice, infunde el amor a esta tierra, y por ser una marcha, llena de brío el corazón de cada paraguayo al punto de ofrecer sus pechos como murallas.
Su letra promueve con mucha fuerza “unión e igualdad”, y creo que esto está errado para la situación del hoy por hoy. ¿Unión? El paraguayo demuestra este valor a través de la solidaridad que le caracteriza, y lo demostró en las guerras que aparecen en la historia, donde hasta niños combatieron. ¿Igualdad? ¿Acaso no es una utopía pedir igualdad en una patria donde imperan la injusticia y el subdesarrollo? A mi parecer, un himno, ajustado a nuestra realidad, debería pedir justicia y progreso.
En fin, volviendo a mi punto inicial, ¿no es buena fecha el Bicentenario de nuestra Independencia para marcar el hito de un nuevo comienzo dándole a nuestro Paraguay una nueva y auténtica música oficial? ¿Por qué dejar nuestro grito patrio en manos extranjeras que escribieron letra, armonía, melodía y ritmo como meros espectadores de nuestra historia?
Aquí hay talentos y eruditos en el ámbito de la música y la poesía que podrían escribir un himno a nuestra altura, un himno que muestre nuestra realidad, nuestro brío y nuestra esperanza en un país mejor. Un grito que sea un grito como lo es Patria querida, y no una letanía.
Señor Intendente, ¿está esperando una desgracia?
San Lorenzo es una ciudad en desarrollo, basta recorrer sus calles para darnos cuenta de los constantes cambios, día a día se instalan nuevos negocios, bancos, financieras, etc. Lastimosamente el desempeño de la municipalidad no acompaña este desarrollo.
Una de las situaciones más preocupantes lo constituyen las revendedoras del mercado principal de esta ciudad, que ya está cerrando las arterias principales, poniendo en peli-gro sus vidas y la de sus clientes. ¿Quién podría asegurarnos que algún día de estos un vehiculo de transporte público o el vehiculo cualquiera perdiera la dirección o los frenos y atropelle a las revendedoras?, el sólo pensarlo me eriza la piel, ¡esto sería una tremen-da desgracia!.
Pero, en verdad, no podemos culpar solamente a la municipalidad, ya que en varias oportunidades les ofreció reubicación y la respuesta a esta propuesta siempre fueron protestas, motivo por el cual siempre quedo en la nada.
En esas ocasiones siempre escuché las mismas excusas; “somos pobres”, “tenemos mu-chos hijos que alimentar”, “nuestros clientes no van a ir a comprar donde nos quieren llevar”, etc.
Mi pregunta es: ¿Hasta cuando el intendente o el responsable de darle una solución a es-ta situación hará lo que corresponde? ¿O están esperando que ocurra primero una des-gracia? ¿Van a tomar las decisiones o se dejaran llevar por esta gente que no ve más allá de sus narices y que el día de mañana si ocurre algo serán los primeros en reclamar?, ¡que eso sí lo saben hacer muy bien!.
Les invito a reflexionar acerca de las justificaciones de estas personas: ni serán ricos, ni alimentarán a sus hijos si les ocurre alguna desgracia. Todo cambio implica un tiempo para acostumbrarse, las revendedoras se acostumbrarán a sus nuevos sitios al igual que sus clientes, todo es cuestión de tiempo
Lo necesario es que se tomen las medidas pertinentes lo antes posible. El intendente y sus colaboradores fueron elegidos para gerenciar y desarrollar un municipio, NO para dejarse llevar por personas que no tienen la visión futurista que deberían tener los go-bernantes.
Numaba
martes, 10 de noviembre de 2009
Campaña de Idiotización del Pueblo Paraguayo
Esta carta corresponde a un mail que llegó a nuestra cuenta hace pocos días, creímos pertinente anexarlo al contenido del blog. Como no obtuvimos la dirección del que redactó la nota, le pedimos el permiso correspondiente por esta vía...
La siguiente es una carta que he remitido al Sr. Oscar Acosta con relación a la CAMPAÑA emprendida por el DIARIO POPULAR en contra de la inteligencia del pueblo paraguayo. Si Uds están de acuerdo conmigo, difundan este correo entre sus contactos y NO compren NUNCA más este diario.
---- la carta ----------------------------------------------
Me causa gran indignación y al mismo tiempo profunda tristeza presenciar la decadencia de la sociedad paraguaya que "sin darse cuenta" paulatinamente va perdiendo sus valores, virtudes, ética, decencia y capacidad de asombro... Esto como resultado de la CAMPAÑA DE IDIOTIZACION DEL PUEBLO PARAGUAYO, que viene siendo conducida desde hace ya más de una década por el Diario Popular y cuyos frutos están a la vista de todos en cada rincón de nuestro país.
Esta campaña de idiotización y embrutecimiento es emprendida principalmente por el DIARIO POPULAR, secundado muy de cerca por el DIARIO CRONICA, los cuales con tal de llegar a su cometido (el enriquecimiento sin importar los medios ni las consecuencias) son capaces, contra toda ética periodística, de manipular y hasta inventar "noticias" a la medida del morbo que han despertado en sus lectores. El daño es completo: va desde el perverso y sucio contenido hasta el burdo, tosco, soez lenguaje empleado.
Como ejemplo nada más, el lunes pasado (2/XI/09) fue nada menos que "Noticia de Tapa" de Popular: "Pendeja festeja sus 18 años haciendo sexo oral a 18 tipos". Este tipo de perversidad, y aún peores, deben ocurrir todos los días en todo el mundo, pero esto no es, no debe ser, no puede ser noticia periodística para una tapa, a no ser que el editor también sea un pervertido.
Prensa amarilla existe en todo el mundo, pero en ningún lugar está tan masificada (en términos proporcionales a la población) y causa tanto daño como en el Paraguay. Este diario está en casi todos los hogares paraguayos, diseminando su veneno en cada familia, al alcance de un niño o niña inocente que en su inocencia se pregunta (como en el caso del titular del lunes pasado) ¿qué es sexo oral?, ¿cómo se hace eso?, ¿quién lo hace? Luego llevará estas cuestiones a su círculo de amigos en las escuelas, y ahí se esparcen los comentarios y comienzan las fantasías, con su lógico y esperable fruto: más perversión, esta vez ya con nuevos adeptos.
Hoy en día, es imposible escapar de este veneno y no contaminarse, porque no basta con no comprar este mugroso diario, puesto que está en la TV y en las radios a través de la "lectura de las tapas" de los "principales" diarios, a la hora de los noticiarios.
El lunes próximo pasado, Oscar Acosta leyó, con total naturalidad, lo del sexo oral a 18 tipos. Qué triste me pone ver a mis hijos crecer en este Paraguay podrido. Este no es el país que yo sueño para ellos y por el cual aporto mi dignidad, mi poco o mucho talento, pero el que tengo al fin y por sobre todas las cosas mi honestidad, nunca seré noticia en uno de éstos periódicos me prometí (por corrupción) y oportunidades no faltan, pero no el lucro "sin mediar" lo que nos hace ricos....
Oscar Acosta, yo no estoy con esto cuestionando su moralidad personal; bien sé que usted sólo lo lee. Lo que sí critico es que se les dé espacio a estas páginas llenas de basura en los medios masivos familiares, como la televisión y la radiodifusión.
Sres. conductores de noticiarios, por favor: NO COLABOREN MAS CON ESTA CAMPAÑA DE IDIOTIZACION DEL PUEBLO PARAGUAYO. Descarten, extirpen estos mugrosos diarios amarillistas de su lista, por el bien de nuestro país y por el futuro de sus hijos.
En lugar de leer esos diarios, les sugiero fomenten las cosas buenas de nuestro país, que las hay; las hazañas de nuestros héroes verdaderos y no inventados como en otros países, den ejemplos de hombres honestos y decentes que nacieron en, o al menos pasaron por este país dejando tras de sí buenas obras, o que viven hoy y pelean honestamente el día a día.
Fomenten el patriotismo, la honestidad, el trabajo y la DECENCIA. Hay muchísimo material para esto.
Sean serios y concientes de la responsabilidad que tienen y luego tomen la decisión que les parezca correcta.
Atentamente
CARLOS MARTÍNEZ VALLEJOS
viernes, 6 de noviembre de 2009
El tránsito nuestro de cada día
Si existiese el infierno en
Veamos solamente tres variables de esta situación: conductores imprudentes, peatones y señales de tránsito.
Dediquémonos a la primera variable: conductores irresponsables. En esta categoría podríamos hacer una subdivisión entre automovilistas, conductores de ómnibus y motociclistas, y me referiré a los que atenten contra la seguridad del tránsito, no a la totalidad de ellos.
Automovilistas. Si bien son los que más se quejan de las embestidas de los ómnibus y de las maniobras de las motos, no se quedan atrás con la prepotencia con que la pretenden hacerse dueños del espacio público, y cito algunos ejemplos: estacionan en doble fila sin siquiera darse por aludidos cuando uno intenta no llevar por delante sus retrovisores para abrirse paso; estacionan sin dejar un espacio prudencial en las esquinas dejando al conductor de la vía perpendicular a una suerte de videncia para cruzar; se adelantan en las bocacalles; retoman en las avenidas; salen de improviso en las arterias de mucha circulación; entran de contramano, y por si fuera poco, son los que más se enojan si uno osa reclamárselo.
Choferes de ómnibus. Mis amigos, (y mis no tan amigos, claro), creo que está demás mencionar cómo estos conductores, que tienen tras su volante la vida de muchas personas por lo cual se supone que deberían ser los más ejemplares sobre las rutas, hacen gala de lo contrario. Sujetos a un horario para completar el “redondo”, se vuelven implacables a la hora de abalanzarse sobre cualquier vehículo que estorbe su paso, haciendo caso omiso de la distancia prudencial. Paran en sitios no correspondientes para bajar o alzar pasajeros, hasta lo hacen en carriles alejados de las aceras, exponiendo a los usuarios de estas líneas públicas a accidentes serios. Yo misma tuve que hacerme papel en una ocasión para no ser atropellada por una moto ni ser llevada por las ruedas del ómnibus en una situación como esa.
Motociclistas. Un enjambre que ha colmado las calles desde hace algunos años y que a pesar de que los conductores se quejen de ser blanco de automovilistas que no tienen contemplación con ellos, su cuota de culpa en los accidentes que actualmente ocurren no se discute. Para empezar, son reacios a usar cascos; algunas no tienen las luces reglamentarias por lo que no se las ve, por lo que me parece excelente la nueva disposición sobre del uso de chalecos; realizan maniobras suicidas y asesinas, (el hecho de que quieran quitarse la vida no es motivo para que involucren a todos), suponiendo que los demás vehículos podrán reaccionar a tiempo a ellas; utilizan las motos como transporte familiar (¡qué poco amor hacia los suyos!); viajan hasta por las veredas para llegar más rápido. En fin, mejor me detengo porque la lista sería muy extensa.
Pasamos al segundo punto que mencionaba al inicio, peatones. Son quienes más se victimizan ante los conductores pero que, en contrapartida, son causantes de más de un sobresalto cardíaco en los mismos. Al parecer, sufren de algún trauma visual que, por un lado, les impide identificar la línea peatonal y, por otro, les hace incapaces de medir la distancia prudencial con respecto de un vehículo en marcha para cruzar una calle. Pero eso no es todo, a veces simplemente omiten mirar la calle y cruzan en forma perpendicular en el mismo sentido en que circulan los vehículos, ¡es inaudito!. Otros, más caraduras, caminan en plena calle, en sentido contrario al de los vehículos, y como sintiéndose dueños de la vía pública, no atinan a quitarse de en frente y pasar a la vereda, que les corresponde, esperando que uno, como conductor, se desvíe de ellos. ¡Es impresionante!
Concluyo con el último punto: señales de tránsito. La cuestión es sencilla con ellas, brillan por su ausencia y ocasionan más de una confusión, por ejemplo, entradas de contramano vituperadas por escandalosos bocinazos, en el mejor de los casos. Pero un hecho que ha llamado mi atención recientemente son los semáforos que no funcionan y jamás son reparados. Resulta que ahora, uno como conductor, debe fijarse cuando los autos de la calle perpendicular a la que uno circula paran, pues esa es la señal de que el semáforo que a uno le corresponde está en verde. Verde, amarillo o rojo que jamás se prenden, porque no funciona. Y ya he visto, frente a mí, un accidente propiciado por eso. Y al final, ¿quién tiene la culpa en ese caso?
Creo que esto se ha convertido en una letanía. Y eso que traté de resumir. Cerrando el tema, ¿por qué ocurre todo esto? Porque existe un reglamento de tránsito que se utiliza más como papel higiénico que como reglamento. Porque el famoso “examen de conducción” es una ficción en la mayoría de las municipalidades, y el registro es solo un trámite con pagos, firmas y un pseudo-examen de vista y oído. Porque la educación vial es una utopía. Porque por más de que el paraguayo conozca las reglas, normas, leyes, etc., su clásico comportamiento del “ñembotavy” y el “rova’atâ” pesa más que cualquiera de ellas.
En síntesis, porque el paraguayo es incivilizado y huye de la civilización, es ignorante y huye del conocimiento, es prepotente y huye del respeto a las leyes. Y así, señores y señoras, jamás vamos a pretender ser un país del primer mundo, un país desarrollado. Si tan solo en tránsito, que es solo cuestión de orden para que haya progreso, imagínense en otros asuntos cómo estamos de atrasados porque simplemente nadie sabe ser “ciudadano” (ni tiene la más mínima intención), y colaborar con la “ciudad” para que sea más habitable y confortable.
Pero dentro de todo esto, admiro la incredulidad de mucha gente al decir que “los milagros no existen”. Con todos estos peligros dentro de la jungla de asfalto, donde el más fuerte sobrevive, ¿no es acaso cuestión divina no terminar la jornada en la sala de Emergencias Médicas? Yo creo que sí, es un milagro.